
Don Gonzalo Mejía Trujillo
En algunas reseñas lo denominan "El fabricante de sueños" y en realidad, Don Gonzalo dejó un legado empresarial grande. Fue el pionero y fundador de seis importantes empresas para el desarrollo regional y nacional. Ellas son: Aerolínea (UMCA) Urabá Medellín Central Airways, Compañía Filmadora de Medellín, Compañía Cinematográfica Antioqueña, Cine Colombia, Teatro Junín y Teatro María Victoria.
Don Gonzalo Mejía Trujillo
(1884- 1956)
Don Gonzalo Mejía Trujillo, hijo de la señora Zoraida Trujillo Escobar y el empresario y comerciante Don Luis Mejía Santamaría, participó activamente en el desarrollo industrial de Medellín.
En 1911 comenzó el proyecto de transporte en "deslizadores”, el cual cristalizó en 1921 logrando brindar más comodidad a los viajeros que solo tenían la opción de viajar en "vapores”. Lo suspende en 1925 y emprende La Compañía Filmadora de Medellín con la cual comienza la producción de la película "Bajo el cielo antioqueño”, donde fue protagonista en compañía de su Esposa Alicia Arango. Los otros actores eran de la más alta sociedad de Medellín. La película se estrenó a finales de 1925 y tuvo éxito de taquilla a nivel local y nacional. En 1927 Don Gonzalo formó parte de la sociedad que fundó Cine Colombia con un 13% de las acciones y luego aportó a esta sociedad la totalidad de su capital, incluyendo el Teatro Junín que era suyo. En 1930 Cine Colombia también sufrió las consecuencias de situación adversa de la economía a nivel mundial denominada la crisis del treinta obligando a Don Gonzalo a vender sus acciones por el 10% del valor que tenían en sus inicios. Después de la crisis, esta empresa, en poder de otros socios, se recuperó y en la actualidad es exitosa.
Después de la crisis del treinta, Don Gonzalo no se dio por vencido y con el poco capital que le quedó, compró veinte automóviles nuevos y construyó un kiosco con dos teléfonos en el Parque Berrío. Fundó una compañía de taxis Tax Imperial, que luego fue la más grande y moderna de Medellín y llegó a tener 145 automóviles al servicio de la ciudad. Este negocio les proporcionó a Don Gonzalo y su familia los ingresos necesarios para su sostenimiento durante el resto de su vida y fue la única empresa por la que no mostró entusiasmo.
Después de esta crisis y lograr de nuevo su estabilidad económica, Don Gonzalo emprende el reto de construir un aeropuerto para Medellín, proyecto que se hace realidad en 1932. Analizó las rutas de las dos aerolíneas que operaban en Colombia: SCADTA y Pan American. Ambas seguían utilizando hidroaviones e insistían en volar sobre los ríos para garantizar seguridad a sus pasajeros. SCADTA realizaba vuelos de Puerto Berrío a Barranquilla y de Barranquilla a Panamá y Florida. SCADTA no viajaba a Medellín.
Comenzó a diseñar rutas para volar sobre las selvas en línea recta ahorrando la mitad de tiempo y de combustible, se asoció con Pan American para fundar la compañía Urabá- Medellín- Central Airways (UMCA) en la cual tuvo una participación de 25%. Los aviones eran Sikorsky S38 con ruedas para aterrizar en Medellín pero en forma de lancha para acuatizar en el Golfo de Urabá.
El 11 de enero de 1932 firmó el contrato de concesión entre UMCA y el gobierno Colombiano para el servicio de navegación aérea entre Medellín y el Golfo de Urabá (ley 8 de 1931). En el contrato, el señor Gonzalo Mejía se hacía cargo de todos los trámites de estudios de favorabilidad, establecimiento de los campos de aterrizaje sin que el Gobierno tuviera que incurrir en gastos, solo aportarían un terreno baldío en caso de ser requerido.
Paralelo a estas gestiones, Don Gonzalo estuvo recorriendo a caballo los cerros que rodean la ciudad de Medellín; el morro Pandeazúcar, el camino a San Pedro y el alto de las Palmas, para determinar el mejor lugar de la pista de aterrizaje. El Municipio de Medellín solicitó un informe confirmando el lugar adecuado para el Aeropuerto y para ello Don Gonzalo contrató pilotos e ingenieros que lo acompañaran en estas observaciones. Decidieron un terreno de propiedad de las familias Uribe Piedrahita y Restrepo Sierra en un sitio denominado "Las Playas". Recurrió a la Sociedad de Mejoras Públicas con el fin de conseguir un lote en arriendo, propiedad de doña Mercedes Sierra de Pérez, para la construcción de un campo de aterrizaje.
El Campo de Aviación "Las Playas" se inauguró el 5 de julio de 1932. La pista principal medía 974 metros de largo y 30 de ancho, orientada de sur a norte y la pista de emergencia medía 850 metros. Adicionalmente contaba con un hangar y una estación de radio. La inauguración se realizó con el aterrizaje del avión llamado "Marichú" en honor a la hermana mayor de Don Gonzalo Mejía. En la tripulación viajaba Don Gonzalo y varios funcionarios de la aerolínea Pan American.
Fuente: guión museológico patrimonial Airplan.