
¡Hay un ave escondida en el Hall Principal del Aeropuerto! Te invitamos a descubrirla.
El espacio del vestíbulo hace una alegoría al vuelo de las aves y lo orgánico de volar, rematando con un enorme vitral, compuesto por un conjunto de 226 vidrios con formas geométricas abstractas de colores primarios y secundarios que al observarlos en grupo, crean la figura de un ave gigante con un ala extendida. Esto responde no solo a un concepto arquitectónico, sino a una relación entre un estilo o tendencia internacional del momento, a la que se incorporan unas simbologías propias o autóctonas, producto de una acertada interpretación estética.
El cóndor se encuentra a punto de volar y retoma la relación organismo – dinamismo que orienta toda la obra, al tiempo que conforma un espacio vivo. El vitral es una alternativa utilizada para darle vida y dinamismo a los espacios arquitectónicos, materializando la luz en efectos cromáticos de color y transparencia. Elías Zapata Sierra ratifica las propiedades plásticas del hormigón armado, al utilizarlo como sustituto de las líneas de emplomado que dibujan la figura representada y sostienen las dallas. En total se aprecia un aproximado de 226 secciones de vidrio rodeadas de cemento, agrupadas en 50 paneles o paños que en conjunto crean la imagen de una gran ave.
En cuanto a su diseño podemos señalar que pese a lo mecánico implicado en el hecho de volar, debido al escenario (un aeropuerto) donde el protagonista es el avión, nos invita a reflexionar sobre el vuelo como algo inventado hace millones de años por la naturaleza, el ave representada en el vitral porta características similares a las de un cóndor (símbolo patrio) que se encuentra con el ala derecha extendida dando la sensación de cubrirnos con ella al articularse de acuerdo a la forma curva de las cubiertas.

Fuente: guión museológico patrimonial Airplan